La “rancia” lista del PSM
E l PSOE también tiene sus puntos débiles
a la hora de acometer estrategias y ganar
elecciones. Madrid y Valencia continúan
siendo para las mentes pensantes de Ferraz dos
asignaturas pendientes a las que el secretario de
Organización, José Blanco, quiere poner remedio
en los próximos congresos regionales. Sí en
Valencia el Federal ha optado por cambiar de
caballo, el nuevo líder que se pretende encumbrar
no es muy conocido y nada tiene que ver con
el actual establishment valenciano, en Madrid,
el líder del PSM, Tomás Gómez, parece haber
obtenido, por fin, el beneplácito de los popes de
su partido, pero no así el “aparato” que le rodea,
algunos de ellos alcaldes, que siguen siendo vistos
con no poca prevención por parte de la cúpula
de Ferraz, al entender que encarnan la parte más
trasnochada de la nueva política que pretende
impulsar el partido de Zapatero.
Gómez tiene futuro vienen a decir, pero con
un nuevo equipo, que poco tenga que ver con los
rostros que le acompañarán como delegados al
próximo Congreso Federal del mes de julio, prácticamente
todos ellos viejos nombres del socialismo
madrileño.
Blanco quiere caras nuevas y discursos diferentes
para acompañar el liderazgo de Tomás Gómez,
y no parece que vaya a encontrar grandes resistencias
para acometer la renovación, si tal y como
se rumorea el actual secretario del PSM está dispuesto
a dejarse llevar en su nueva andadura por
las directrices que vaya marcando Ferraz.
Esa es, desde luego, la manera más segura para
el líder del PSM de sortear las peligrosas operaciones
que se preparan desde el simanquismo,
curiosamente coincidentes con la dirección Federal
en lo que a la renovación de la clase dirigente
se refiere.
Los simanquistas, que haberlos haylos por
mucho que se empeñe Gómez en anunciar que en
el PSM se acabaron las familias, intentan plantear
el “divorcio” entre el poder institucional y el del
partido, hasta ahora habitualmente encarnado en
una misma persona. Es decir, que el llamado a
ser candidato a alcalde o presidente autonómico,
y aquí se toca directamente al alcalde de Parla,
no sea el que detente el liderazgo socialista ya
fuere éste en la cúpula regional o en agrupación
local cualquiera.
Una bicefalia la que plantea el grupo de Simancas
que quiere cerrar el paso a Tomás Gómez
hacia su proclamación como candidato a la presidencia
de la Comunidad de Madrid y descarrilar
también a algún alcalde que atesora trienios en el
cargo y en el liderazgo de partido. Conspiraciones
de salón (sorprende el control que sigue ejerciendo
el simanquismo en algunas agrupaciones,
véase la de Valdemoro, en la que los partidarios
de Gómez han sido literalmente expulsados de la
sede), ante las que el mejor antídoto es sin duda
el paraguas protector de Ferraz।
E l PSOE también tiene sus puntos débiles
a la hora de acometer estrategias y ganar
elecciones. Madrid y Valencia continúan
siendo para las mentes pensantes de Ferraz dos
asignaturas pendientes a las que el secretario de
Organización, José Blanco, quiere poner remedio
en los próximos congresos regionales. Sí en
Valencia el Federal ha optado por cambiar de
caballo, el nuevo líder que se pretende encumbrar
no es muy conocido y nada tiene que ver con
el actual establishment valenciano, en Madrid,
el líder del PSM, Tomás Gómez, parece haber
obtenido, por fin, el beneplácito de los popes de
su partido, pero no así el “aparato” que le rodea,
algunos de ellos alcaldes, que siguen siendo vistos
con no poca prevención por parte de la cúpula
de Ferraz, al entender que encarnan la parte más
trasnochada de la nueva política que pretende
impulsar el partido de Zapatero.
Gómez tiene futuro vienen a decir, pero con
un nuevo equipo, que poco tenga que ver con los
rostros que le acompañarán como delegados al
próximo Congreso Federal del mes de julio, prácticamente
todos ellos viejos nombres del socialismo
madrileño.
Blanco quiere caras nuevas y discursos diferentes
para acompañar el liderazgo de Tomás Gómez,
y no parece que vaya a encontrar grandes resistencias
para acometer la renovación, si tal y como
se rumorea el actual secretario del PSM está dispuesto
a dejarse llevar en su nueva andadura por
las directrices que vaya marcando Ferraz.
Esa es, desde luego, la manera más segura para
el líder del PSM de sortear las peligrosas operaciones
que se preparan desde el simanquismo,
curiosamente coincidentes con la dirección Federal
en lo que a la renovación de la clase dirigente
se refiere.
Los simanquistas, que haberlos haylos por
mucho que se empeñe Gómez en anunciar que en
el PSM se acabaron las familias, intentan plantear
el “divorcio” entre el poder institucional y el del
partido, hasta ahora habitualmente encarnado en
una misma persona. Es decir, que el llamado a
ser candidato a alcalde o presidente autonómico,
y aquí se toca directamente al alcalde de Parla,
no sea el que detente el liderazgo socialista ya
fuere éste en la cúpula regional o en agrupación
local cualquiera.
Una bicefalia la que plantea el grupo de Simancas
que quiere cerrar el paso a Tomás Gómez
hacia su proclamación como candidato a la presidencia
de la Comunidad de Madrid y descarrilar
también a algún alcalde que atesora trienios en el
cargo y en el liderazgo de partido. Conspiraciones
de salón (sorprende el control que sigue ejerciendo
el simanquismo en algunas agrupaciones,
véase la de Valdemoro, en la que los partidarios
de Gómez han sido literalmente expulsados de la
sede), ante las que el mejor antídoto es sin duda
el paraguas protector de Ferraz।
Articulo de Cronicamadrid Olga Heras
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